En la segunda ponencia, Leandro Morais presentó el tema de «Economía Social y Solidaria, Inclusión Financiera y Desarrollo Territorial: el caso del Banco Palmas». Leandro contextualizó la relevancia de la Economía Social y Solidaria en los tiempos actuales de crisis económicas, financieras, sociales y ambientales. Frente a éstos, la economía social y solidaria promueve valores y respuestas desde la autogestión, la solidaridad, la participación social y la emancipación.

A través de la economía social y solidaria se promueven prácticas que generan dinámicas de articulación económica, política, social y territorial. Entre éstas, Leandro destacó: la generación de empleo y renta, el fortalecimiento de lazos territoriales, la creación de espacios públicos para la discusión y resolución de problemas, así como la emancipación de grupos marginados.
La economía social y solidaria, apuntó el ponente, debe estructurarse como una política de Estado y no de gobierno. De esta forma se pondrán enfrentar de mejor manera las fragilidades y debilidades que afectan o inciden en la economía social y solidaria. Entre éstas destacó: la inclusión financiera.
Entre las iniciativas que se han hecho en este sentido, Leandro analizó la experiencia del Banco Palmas en Brasil. Este banco comunitario brinda servicios de apoyo financieros a través de redes comunitarias orientadas a generar empleo e ingresos en zonas marginadas a partir de la reorganización de las economías locales de producción y consumo que toman como base los principios y valores de la economía social y solidaria.
A través del Banco Palmas, subrayó el ponente, se brinda apoyo a iniciativas de la economía social y solidaria en sus diversos ámbitos, tales como: pequeñas empresas productivas, prestación de servicios, soporte y comercialización de pequeñas economías populares. El banco ofrece crédito para el consumo local, utilizando una moneda social local y, otro crédito para la producción, utilizando la moneda oficial brasileña. La mancuerna de estas dos líneas de crédito estimula la creación de una red local de producción y consumo, promoviendo el desarrollo endógeno del territorio. El impacto de esta iniciativa y su sostenibilidad financiera, enfatizó Leandro, han contribuido a obtener distintos subsidios y apoyos.
Entre sus nuevos retos, Banco Palmas se encuentra trabajando ya en la digitalización de las transacciones financieras y en el uso de una moneda social electrónica. A través de esta red, sin burocracia y con un menor costo, se realizan envíos de dinero y pagos a terceros: desde empresas locales, como servicios públicos.
Finalmente, Leandro concluyó que los principales desafíos de esta iniciativa y, en general, de la economía social y solidaria son: ampliar la aceptación, confianza y legitimidad de estas prácticas económicas y financieras, fortalecer la gestión y sostenibilidad de los Bancos Comunitarios y la circulación de monedas sociales, así como ampliar la gama de asesoramiento técnico del banco y apuntalar políticas públicas dirigidas al ecosistema emprendedor solidario.